Nuk esterilizador a vapor varios express

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ACCIÓN Y DESCRIPCIÓN

ESTERILIZACIÓN DE LOS PRODUCTOS INFANTILES

La limpieza de la vajilla infantil constituye un apartado sanitario fundamental, porque el organismo del lactante tiene una débil capacidad antigénica, de forma que una infección, como una gastroenteritis, puede tener consecuencias muy graves.

Por este motivo, es fundamental que todo el material que va a estar en contacto con el neonato, se encuentre en unas condiciones higiénicas óptimas. Así, antes de preparar el biberón, debemos lavarnos bien las manos y esterilizar (eliminar los microorganismos patógenos) todos los utensilios, mediante el uso correcto y rutinario de esterilizadores.

Hay que tener presente, que el término "limpieza" de la vajilla infantil no implica el mismo significado para todas las personas, por tanto, es conveniente realizar una serie de recomendaciones con el fin de alcanzar una determinada rutina.

Mientras el bebé es alimentado mediante lactancia artificial, la vigilancia de la higiene se reduce a los pocos artículos que pueda llegar a meterse en la boca, que son los dedos y el chupete, pero el paso a la lactancia artificial, sobre todo si es anterior a los 4 meses, implica, no sólo que se pierde el aporte de las defensas inmunitarias que contiene la leche de la madre, sino, y sobre todo, que se incorpora un factor de riesgo; cualquier resto de leche caliente se convierte en un medio de cultivo bacteriano.

El proceso de limpieza debe constituir un hábito, una rutina diaria que debe realizarse siempre de la misma manera, de forma que independientemente de la persona que se encargue de ello, el resultado sea óptimo y garantice la asepsia del material.

La rutina debe comenzar cuando termina una toma y consiste en lavar con agua caliente todos los elementos utilizados: "Después de cada toma, hay que lavar el biberón con abundante agua caliente, jabón y una escobilla"

Cuando se acumulan una serie de elementos usados y lavados (el número depende del tipo de técnica elegida), se procede a su esterilización, generalmente una vez al día, y se dejan secar.

En el mercado hay diferentes tipos de esterilizadores, basados en diversos procedimientos físicos o químicos, para conseguir erradicar la carga microbiana.

Para aquellos materiales que no toleran bien el calor, existen esterilizadores que emplean sustancias (generalmente en pastillas) o soluciones antisépticas que, al contactar con el material, lo liberan de los microorganismos. Para el caso de los materiales termorresistentes existe la opción de esterilizadores que utilizan el efecto germicida del vapor de agua en ebullición o el originado en aparatos eléctricos de diversa índole.

a) Esterilización en frío

Proceso químico que usa la acción oxidante del ácido hipocloroso, bajo la forma de solución o comprimidos

Permite esterilizar los artículos sólo con introducirlos (biberones, tetinas, roscas, chupetes, mordedores o juguetes), en una cubeta con agua y una solución química (bajo la forma de solución o comprimidos).

El tiempo de esterilización varía, y oscila entre media y una hora.

La solución debe renovarse cada 24 horas para evitar posibles infecciones.

Los elementos esterilizados, deben aclararse.

b) Esterilización en calor

El agua hirviendo destruye los microorganismos patógenos.

La esterilización se produce a través del vapor de agua y con una duración de diez a veinte minutos.

Se llena previamente con agua el biberón hasta los dos tercios de su volumen, colocándolo boca abajo para que el vapor caliente pase con más facilidad

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